lunes, 18 de febrero de 2013

Gustosa de Ajo y Senderuelas




Cuando tenemos algo que celebrar nos reunimos en torno a la mesa, si hay que despedir a alguien lo hacemos también. Cuántos negocios importantes se han cerrado con una comida? Cumpleaños, nacimientos, defunciones, aperturas y cierres de eventos, reuniones familiares y de amigos, llegadas y partidas, fiestas religiosas y laicas, anuncios y difusión de noticias relevantes…
La mesa, la comida…  unen a la gente. Común a todos sin excepción.
No hablo solamente de sustento físico como necesidad de supervivencia, compartir una mesa alimenta el alma y el espíritu, tan necesario últimamente.
No dejemos que se pierda esa tradición tan nuestra… Y si nos lo quitan, habrá que salir a la calle exigiendo que nuestras mesas tengan comida suficiente para que no dejen de estar rodeadas de gente que solo busca saciar su estómago y su ánimo.

“Let it be” The Beatles: http://www.youtube.com/watch?v=ytu3yEE9ACE


Ingredientes para 4 personas:

- 3/4 de barra de pan de panadería (no precocido)
- 6 ajos
- Pimentón de la Vera (dulce)
- Sal
- AOVE
- 1 l. de caldo de jamón
- 150 grs. de taquitos de jamón
- Un bote de senderuelas
- 200 ml. de leche entera

Esta crema es una forma distinta y más refinada de tomar unas sopas de ajo con un toque de setas, que le van muy bien.
En cuanto al pan, decir que cada uno puede poner el que más le guste, yo pongo pan de barra porque es menos denso que el pan bregado o que el de hogaza, aunque cualquiera de éstos quedarían muy bien para esta elaboración.
Empezamos pelando los ajos y cortándolos en lonchas para sofreírlos en un buen chorro de aceite de oliva virgen, sin dejar que se tuesten. Una vez doraditos, se sacan del aceite y se reservan. En ese mismo aceite se saltean los taquitos de jamón y los guardamos para añadir al final. A continuación cortamos el pan en rebanadas como de un dedo de grosor y las pasamos por la sartén en el mismo aceite donde hemos dorado los ajos y el jamón, solamente para que se tuesten un poco y cojan el sabor.
En una cazuela ponemos el litro de caldo de jamón a hervir, mientras machacamos en un mortero las rebanadas de pan frito y los ajos, para que nos queden en trozos (solo para deshacer las rebanadas y las lonchas de ajo y facilitar la cocción, no hace falta que quede muy pequeño) y lo añadimos al caldo.
En una sartén ponemos un chorro de AOVE y sofreímos una buena cucharada de pimentón de la Vera, con cuidado de que no se queme, ya que amargaría (yo normalmente, una vez que tengo el aceite caliente, lo retiro del fuego y añado el pimentón para que se haga con el calor residual,  así me aseguro de no abrasarlo) y se lo añadimos a la cazuela.
Se deja cocer durante 30 minutos aproximadamente, vigilando que no se consuma el caldo, y en su caso, añadir algo más de agua.
Una vez acabada la cocción, se deja enfriar un poco, se pasa por la batidora y se añade un vaso de leche entera para darle suavidad y rebajar un poco el sabor, volviendo a batir. Tiene que quedar una textura de crema, si quedaran trocitos de pan, puede pasarse por un chino o colador para eliminarlos.
Para servir se añaden los taquitos de jamón y las senderuelas, que previamente habremos lavado y escurrido.
Buen provecho!


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