domingo, 26 de enero de 2014

Suave que me estás matando (RABO CON PATATAS AL VINO TINTO)




Sabéis esa sensación de incomodidad que te asalta de repente? Llevo una temporadita con molestias, molestias generalizadas. No en cuanto a la salud, no toso ni me duele nada, pero estoy incómoda. Me siento en mi sofá y parece que lo he hecho sobre algo, miro y no hay nada. Paseo y noto como una piedrecita en el zapato, me descalzo y nada. Me visto y parece que llevo algo encima, como si la ropa pesara una tonelada. Ese tipo de malestar. Nada grave pero que te cabrea.

Como esta sensación se agudizaba cuando veía políticos (tengo contraindicado poner la tele en los telediarios, si solo los oigo en la radio no me pongo tan grave) ya me di cuenta de qué es lo que me pasa. Estoy harta de que me engañen. Cada vez que sale algo de su boca es para decir alguna mentira, no solo eso,  pretenden que nos las creamos, dando por hecho que somos gilipollas.

Resumiendo, que nos lo están metiendo bien gordo… y yo ya me canso de estar incómoda, qué hacer?
Joaquín Sabina “Más de cien mentiras”: https://www.youtube.com/watch?v=grQU6Yj1v_c


Ingredientes para 2:
-         1 rabo de ternera de unos 700 grs.
-         1 cebolla
-         2 puerros
-         1 zanahoria
-         1 botella de vino tinto
-         ½ vaso de coñac
-         ¼ l. de caldo de pollo
-         Harina
-         Pimienta negra
-         2 hojas de laurel
-         Sal
-         AOVE

Lo ideal es tener el rabo del día anterior para poder tenerlo macerando la noche antes de la preparación de la receta. Yo en esta ocasión así lo hice, si no se puede nos saltamos este paso.
Ponemos en un recipiente el rabo cortado en trozos (ya viene así de la carnicería) junto con una zanahoria en rodajas, 10 granos de pimienta, el laurel y vino tinto hasta cubrir el rabo. Dejamos macerar hasta el día siguiente.
Para el guiso ponemos en la olla exprés la cebolla y puerros cortados finitos con sal a rehogar en un buen chorro de aceite de oliva, cuando empiecen a reblandecerse, salamos y enharinamos el rabo y lo sofreímos en el aceite donde están la cebolla y el puerro para que se selle bien por todos los lados. Añadimos el vino en el que ha estado macerando el guiso toda la noche con todos los ingredientes que pusimos y cubrimos con el resto de vino que nos quedó en la botella. Añadimos el coñac y el caldo de pollo.
Ponemos a fuego vivo y cerramos la olla y dejamos cocinar durante unos 50 minutos. Una vez transcurrido ese tiempo, abrimos la olla, sacamos el rabo y el laurel de la salsa, pasamos la salsa por la batidora para que quede ligadita y brillante. Lo ponemos todo en otra olla junto a los trozos de rabo.
Por otro lado pelamos y cortamos en daditos las patatas friéndolas en abundante aceite de oliva. Una vez fritas dejamos reposar en papel absorbente y añadimos a la cazuela del rabo dando un último hervor.


domingo, 19 de enero de 2014

Mejillones a la Marinera


Siempre que cocino mejillones, me acuerdo del día en que estando en O Grove nos trincamos entre dos personas una centena de estos bivalvos al vapor acompañados de un par de botellitas de Albariño. Noviembre lluvioso visitando Galicia que hoy añoro más que nunca. Ainnnss, qué tiempos…
Estos moluscos bivalvos que pertenecen al grupo de los mariscos, relacionados con la almeja, vieira y ostra, contienen gran cantidad de vitaminas y minerales (vitamina C, B, hierro, fósforo…) y eclipsa a otros alimentos en cuanto a cantidad de vitamina B12, esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso y la formación de glóbulos rojos.
Pues nada, rememoraré mi estancia en Galicia cocinándolos a la marinera, eso sí en esta ocasión echaré de menos el Albariño y no caerán 100 unidades. No es una cuestión de prudencia, es que no tengo en casa!!!! Snif, snif…
Para hoy cancioncita melancólica, domingo lluvioso y frío, con ganas de salir corriendo hacia cualquier sitio.
Coque Malla y Leonor Watling “Berlín”: https://www.youtube.com/watch?v=MoXmhtYclXA  El mar me cura la herida…


Ingredientes para 4:
-         1 Kg. de mejillones
-         1 cebolla
-         1 pimiento verde
-         2 ajos
-         Perejil
-         1 cucharada de salsa de tomate
-         ½ vaso de coñac
-         ½ vaso de vino blanco
-         1 cucharada de harina
-         1 guindilla de cayena
-         AOVE

Lo primero es limpiar bien los mejillones, debajo del grifo quitamos las barbas y las impurezas de la concha raspando con un cuchillo. Si hay muchos residuos pegados a la concha podemos utilizar un estropajo nanas para dejarlos relucientes.
Una vez limpios, los ponemos en una cazuela sin agua a fuego vivo hasta que se abran, hay que ir dándoles vueltas para que el calor les llegue a todos. Más o menos en 7-10 minutos estarán abiertos y ya podemos quitarles una de las conchas, reservándolos hasta incorporarlos a la salsa. Y colamos el líquido que ha quedado en la cazuela.
Para la marinera, picamos la cebolla, el pimiento verde, los ajos, el perejil y la cayena desmenuzada y los rehogamos en un buen chorro de aceite de oliva, ojo, sin sal, que ellos mismos y el jugo que soltaron ya lleva la necesaria. Cuando la verdura esté pochadita añadimos la cucharadita de harina y rehogamos de nuevo hasta que se tueste, entonces incorporamos el agüilla de abrir los mejillones, la cucharada de salsa de tomate y el vino blanco junto con el coñac, removemos y dejamos cocinando unos 10 minutos a fuego suave, hasta que se reduzca el alcohol.
Colocamos los mejillones en una cazuela y pasamos la salsa por el pasapuré encima de ellos, dejando cocinar 5 minutillos para integrar los sabores.

domingo, 12 de enero de 2014

ROJO PASIÓN (Bacalao con tomate)



A veces me pregunto si estamos perdiendo la pasión por las cosas, por las cosas importantes, me refiero. Conozco a  gente que enloquece con su equipo de fútbol y con su cantante favorito, pero no veo a nadie perder la cabeza por las cosas que realmente importan.
La pasión es un sentimiento muy intenso que domina la voluntad y puede perturbar la razón, es una viva emoción que abarca desde el entusiasmo, deseo, admiración hasta el interés por algo y que establece una fuerte afinidad por personas o cosas. Cuando la pasión manda, la voluntad queda en un estado pasivo y se actúa por los impulsos que te pide el cuerpo. O lo que conocemos de toda la vida por actuar con el corazón, más que con la cabeza.
Hemos llegado un punto en que ese “actuar con el corazón” está cobrando sentido en nuestras cabezas, porque es lo más sensato que podemos hacer en los tiempos que corren. Qué nos retiene de ser apasionados? Qué nos impide salir a la calle a demostrar la pasión que sentimos por el bienestar de nuestros seres queridos? Me niego a pensar que Justin Bieber levante más pasiones que los derechos de nuestras familias. Seamos apasionados, por favor, cambiemos de sitio el corazón y el cerebro, aunque solo sea por un ratito, estoy segura de que todo marcharía mejor.
Os deseo un domingo lleno de pasión en todos los sentidos. Tina Turner “Addicted to love”: https://www.youtube.com/watch?v=ZnQs5U30Zco

Ingredientes para 6:
-         1 Kg. de lomos de bacalao en salazón o ½ bacalada (1 – 1,300 kgs.)
-         1 Kg. de tomates maduros para salsa
-         1 pimiento verde
-         2 ajos
-         1 cebolla
-         Azúcar
-         Pimientos del piquillo
-         Harina
-         Sal
-         AOVE

Una de las cosas más importantes de este plato es desalar bien el bacalao. Colocamos los lomos partidos en trozos similares de tamaño en un recipiente con abundante agua muy fría con la piel hacia arriba. Así lo tendremos unas 36-48 horas, dependiendo del grosor de las tajadas y cambiando el agua cada 12 horas.
Para la salsa de tomate ponemos en una cazuela un buen chorro de AOVE y añadimos la cebolla, el pimiento verde y los ajos cortados finitos para que se  rehogue con un poco de sal y una cucharadita de azúcar para contrarrestar la acidez del tomate. A continuación incorporamos los tomates partidos en trozos y dejamos cocinar a fuego lento durante media hora aproximadamente, o hasta que las verduras estén pasadas y el tomate deshecho. Probamos por si hay que corregir de sal o azúcar. Pasamos por la batidora si queremos que la salsa quede muy fina o por el pasapuré si preferimos que se note algún trocillo de verdura.
A continuación cogemos el bacalao desalado y lo secamos con papel absorbente, lo enharinamos y freímos en una sartén con aceite. Dejamos escurrir sobre papel para eliminar el exceso de grasa.
Incorporamos las tajadas de bacalao a la salsa de tomate con los pimientos del piquillo y dejamos cocinar a fuego suave durante 20 minutos. El punto que tiene que tener el bacalao se ve perfectamente. La carne tiene que separarse en lascas.
Listo para servir!