domingo, 12 de enero de 2014

ROJO PASIÓN (Bacalao con tomate)



A veces me pregunto si estamos perdiendo la pasión por las cosas, por las cosas importantes, me refiero. Conozco a  gente que enloquece con su equipo de fútbol y con su cantante favorito, pero no veo a nadie perder la cabeza por las cosas que realmente importan.
La pasión es un sentimiento muy intenso que domina la voluntad y puede perturbar la razón, es una viva emoción que abarca desde el entusiasmo, deseo, admiración hasta el interés por algo y que establece una fuerte afinidad por personas o cosas. Cuando la pasión manda, la voluntad queda en un estado pasivo y se actúa por los impulsos que te pide el cuerpo. O lo que conocemos de toda la vida por actuar con el corazón, más que con la cabeza.
Hemos llegado un punto en que ese “actuar con el corazón” está cobrando sentido en nuestras cabezas, porque es lo más sensato que podemos hacer en los tiempos que corren. Qué nos retiene de ser apasionados? Qué nos impide salir a la calle a demostrar la pasión que sentimos por el bienestar de nuestros seres queridos? Me niego a pensar que Justin Bieber levante más pasiones que los derechos de nuestras familias. Seamos apasionados, por favor, cambiemos de sitio el corazón y el cerebro, aunque solo sea por un ratito, estoy segura de que todo marcharía mejor.
Os deseo un domingo lleno de pasión en todos los sentidos. Tina Turner “Addicted to love”: https://www.youtube.com/watch?v=ZnQs5U30Zco

Ingredientes para 6:
-         1 Kg. de lomos de bacalao en salazón o ½ bacalada (1 – 1,300 kgs.)
-         1 Kg. de tomates maduros para salsa
-         1 pimiento verde
-         2 ajos
-         1 cebolla
-         Azúcar
-         Pimientos del piquillo
-         Harina
-         Sal
-         AOVE

Una de las cosas más importantes de este plato es desalar bien el bacalao. Colocamos los lomos partidos en trozos similares de tamaño en un recipiente con abundante agua muy fría con la piel hacia arriba. Así lo tendremos unas 36-48 horas, dependiendo del grosor de las tajadas y cambiando el agua cada 12 horas.
Para la salsa de tomate ponemos en una cazuela un buen chorro de AOVE y añadimos la cebolla, el pimiento verde y los ajos cortados finitos para que se  rehogue con un poco de sal y una cucharadita de azúcar para contrarrestar la acidez del tomate. A continuación incorporamos los tomates partidos en trozos y dejamos cocinar a fuego lento durante media hora aproximadamente, o hasta que las verduras estén pasadas y el tomate deshecho. Probamos por si hay que corregir de sal o azúcar. Pasamos por la batidora si queremos que la salsa quede muy fina o por el pasapuré si preferimos que se note algún trocillo de verdura.
A continuación cogemos el bacalao desalado y lo secamos con papel absorbente, lo enharinamos y freímos en una sartén con aceite. Dejamos escurrir sobre papel para eliminar el exceso de grasa.
Incorporamos las tajadas de bacalao a la salsa de tomate con los pimientos del piquillo y dejamos cocinar a fuego suave durante 20 minutos. El punto que tiene que tener el bacalao se ve perfectamente. La carne tiene que separarse en lascas.
Listo para servir!

2 comentarios:

  1. Cuanta razon tienes María...muy bonito la introducción y muy apetitoso el bacalao

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  2. Gracias Roberto, la reflexión ahí queda, el bacalao de chuparse los dedos.

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