domingo, 11 de agosto de 2013

Legumbre para días de tormenta (Alubias rojas con costilla adobada)


Según Wikipedia, la tormenta es un fenómeno caracterizado por la coexistencia próxima de dos o más masas de aire de diferentes temperaturas, este contraste desemboca en una inestabilidad caracterizada por lluvias, vientos, relámpagos y truenos.
Está claro que no entiendo nada de física. En este bendito país hay dos masas bien diferenciadas de distintas temperaturas, la masa fría (helada) cuyos máximos representantes de colmillos afilados se frotan las manos al calor de bolsas y sobres de dudosa procedencia y se apoltronan en sus sillones riéndose lascivamente de la otra masa, la masa más grande que en un principio era templadita y cada vez se está calentando más (yo diría que se está poniendo al rojo vivo) pero vive en un estado de permanente quietud aguantando las risas y envites de la masa fría.
Y digo yo dentro de mi ignorancia, no es demasiado tiempo ya el que vienen coexistiendo las dos masas para que estalle de una vez la p**a tormenta?

La Mandrágora “La tormenta”: http://www.youtube.com/watch?v=Aj1gR-bqOxI

Ingredientes para 4:
-         2 frascos de alubias rojas cocidas
-         1 puerro
-         1 pimiento verde
-         3 ajos
-         500 grs. de costillas de cerdo adobadas
-         Pimentón
-         Sal
-         AOVE

Se puede comprar las alubias secas y ponerlas a remojo el día anterior, pero en este caso he utilizado unas de marca La Asturiana que salen ricas y puedes hacer el plato sin tenerlo previsto con anterioridad.
Ponemos en una cazuela un chorro de aceite de oliva y rehogamos a fuego medio las costillas durante al menos 15 minutos, dando vueltas para que se hagan por todos los lados. Una vez las tenemos doraditas, lavamos las alubias y las escurrimos, añadiéndolas a la cazuela junto a las costillas y cubrimos de agua (un par de dedos por encima de las mismas) e incorporamos las verduras en crudo partidas en trozos grandes, sazonando con cuidado porque las costillas al ir adobadas ya le dan un punto de sal. Ponemos a fuego fuerte para que coja calor el agua y cuando empiece el hervor, bajamos a fuego medio-bajo y dejamos cocinar durante cuarenta minutos.
Transcurrido ese tiempo, sacamos el puerro, pimiento y ajos, que ya están cocidos y junto con un poco de caldo pasamos por la batidora, volviendo a incorporarlo a la cazuela, y removemos para que se integre bien.
Hay que vigilar el agua durante la cocción, si merma demasiado hay que añadir más para que no se queden secas, ya que al incorporar el batido de las verduras espesará un poco. El caldito tiene que quedar ligado y con una textura espesita.

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