lunes, 26 de mayo de 2014

SALMOREJO CORDOBÉS (La insolencia de la sencillez)



Nos empeñamos en hacer de lo fácil complicado, en convertir las cosas claras en puzzles enrevesados, en intentar engañar a nuestro intelecto con ilusiones de dificultades para justificarnos. Y casi siempre somos nosotros mismos los que necesitamos ir por la senda laberíntica que nos entretiene de la evidente y sencilla línea recta.

Hoy reivindico la distancia más corta para llegar a nuestro objetivo. Esa que casi nunca podemos elegir, la eterna olvidada por fácil. Entiendo que el camino está condicionado por factores externos, y es que cuando el viaje no lo haces solo, ay! ya no se ve la línea tan nítida. Pero no por eso debemos olvidar el camino, está ahí, y a veces nos llama y tenemos que decir que no. Creo que puede ser justificable elegir la travesía enmarañada cuando para el resto del equipo es la línea recta, entonces… vamos! de cabeza con todos los faroles!

Hoy Calle 13 con “Muerte en Hawaii”: https://www.youtube.com/watch?v=Fs7ysM-CxBE (pero nunca dejéis de vigilar de reojo la línea recta, siempre se puede volver a ella)


Ingredientes para 4:

-          1 ¼ Kg de tomates maduros
-          250 grs. de pan de hogaza o pan bregado
-          2 ajos
-          Agua
-          250 ml. de AOVE (si es de Córdoba, lo bordamos)
-          Un chorrito de vinagre de Jerez
-          Sal
-          3 huevos cocidos
-          150 grs. de jamón ibérico


Lo primero es lavar bien los tomates y quitarles el pedúnculo y las partes verdes o más duras pegadas a él. Los cortamos en trozos no demasiado pequeños. En este caso, como voy a pasarlo por un pasapuré, no es necesario pelar los tomates ni quitarles las semillas, ya que se quedará todo en la criba.

Por otro lado cortamos el pan en trozos y lo ponemos en un bol, cubriéndolo con los tomates troceados, un chorro de agua y un poco de sal (el agua depende de la textura que queramos darle al salmorejo, en este caso puse poco porque además los tomates eran muy jugosos, y a mí me gusta que quede bastante cremoso). Dejamos 10 ó 15 minutos para que el pan se vaya empapando.

Seguidamente pasamos por el pasapurés todo el conjunto y añadimos los ajos, el aceite y un toque de vinagre de Jerez (esto es opcional) y pasamos por la batidora para amalgamar todos los ingredientes y que quede una cremita espesa y suave. En este momento podemos corregir de agua si quedó un poco espeso, o cada uno darle el punto de liquidez que le guste.

Decoramos con huevo cocido y jamón ibérico picadito.


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