El remanso de mi mente borboteante
es poner la barbilla sobre su hombro y acurrucar mi nariz bajo su lóbulo, ni el
mejor de los perfumes puede igualar su aroma de recién levantada. Con su delicada
fortaleza apacigua todas las inquietudes,
discretamente teje la atmósfera indestructible en la que todos nos
sentimos seguros, sin siquiera saber por qué es así. Sus ojos encierran la
inmensidad del saber, del saber reír con poco y con mucho, de hacer de la
chulería dignidad, de las mil soluciones…
Y es que… Yo no he terminado de aprender a
caminar sin agarrarme a ti, y eso es lo que tengo. Te quiero mami. El Bicho
“Mama Dolores”: https://www.youtube.com/watch?v=OFHZMI5qP_g
Ingredientes para 4:
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200 grs. de bacalao limpio y sin espinas
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4 patatas medianas
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4 ajos
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Un chorro de leche entera
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AOVE
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350 grs. de pimientos del piquillo (12 pimientos más o
menos)
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Sal
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Pimienta negra molida
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Vinagre de Módena
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75 grs. de azúcar moreno
Primero ponemos el bacalao a desalar el día
anterior. He utilizado unas migas de bacalao que venían limpias de pieles y
espinas y en trozos bastante grandes, para luego picarlo yo. Como no es
demasiada cantidad, con que lo pongamos el día anterior y cambiemos el agua un
par de veces, estaría listo.
Primeramente ponemos en un cazo aceite de oliva
virgen extra para confitar los ajos, tenemos que poner la cantidad suficiente
para que cubra también el bacalao. La técnica del confitado consiste en cocer
el alimento a baja temperatura (entre 60 y 90º) en una grasa, en este caso
AOVE. Nunca tiene que hervir el aceite. Yo no tengo termómetro de cocina, así
que pongo a calentar el aceite en mi vitro al número 4 (tiene hasta 9), se ve
que está caliente y que se hacen los ajos y el pescado, pero muy lentamente.
Añadimos pues los ajos y el bacalao que previamente habremos secado con papel
absorbente para quitarle la humedad del desalado, y sin picar los trozos, lo
sumergimos en el aceite, teniéndolo alrededor de media hora (vamos pinchando
los ajos y el bacalao para ver si están hechos).
Mientras se confitan los ajos y el bacalao, cocemos
4 patatillas medianas en agua salada, cuando estén blandas las pelamos y
machacamos con un tenedor, añadimos un chorro de leche entera para suavizar,
salpimentamos y añadimos los ajos confitados, aplastándolos también e
incorporándolos al puré. En este punto yo lo paso por la batidora para que
quede suave y sin trozos, añadiendo leche si le faltase.
A continuación desmigamos el bacalao confitado y lo
añadimos a la mezcla e incorporamos unas cucharaditas del aceite donde se
confitaron el bacalao y el ajo, hasta lograr una masa cremosa con el bacalao
dentro.
Para acompañar, hacemos una mermelada de pimientos
del piquillo poniendo en una sartén unos 75 grs. de azúcar moreno y cubrimos
con vinagre de Módena, llevándolo a ebullición, y cuando comience el hervor
bajamos a fuego medio e introducimos los pimientos enteros. Lo dejamos 20
minutos cociendo y cuando estén blanditos, sacamos los piquillos picándolos con
tijera o cuchillo en trocitos pequeños, volvemos a mezclar con el caramelo de
azúcar y vinagre y dejamos enfriar.
Podemos servir sobre unas rebanadas de pan tostado
y gratinar en el horno, o directamente en cazuelitas, acompañándolo de la
mermelada.
Buenísimo una vez más
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