viernes, 29 de marzo de 2013

Apocalypse Torrija


No, no, no… no me refiero a lo de los sábados a las 5 de la mañana apurando el último gin tonic, no…
Esto va más de la insensatez de unir el dulce semanasantero por excelencia al postre casero de toda la vida… una auténtica bomba. Que hoy me he dicho yo… ya que me voy a pasar el régimen por el arco del triunfo, vamos a hacerlo en condiciones… qué es eso de impregnar el pan en leche, pudiendo hacerlo en natillas y añadirle unas calorías extra?? Pues eso, el resultado es que cuando pegas el bocado a las torrijas parecen estar rellenas de crema, se deshacen en la boca y te sientes en comunión con la humanidad… y quién soy yo para privar a mi paladar de tan exquisita sensación?
Eso sí, después de la degustación lo recomendable es pegarse unas carreras por el pasillo, ya que tenemos Palencia pasada por agua y se complican las carreras entre lluvia y procesiones..

Muy apropiado para hoy “Under my skin” de Frank Sinatra con Bono, espero que la torrija no se quede ahí y la elimine en los próximos días:

Ingredientes:
-         Una barra de pan del día anterior
-         2 huevos para rebozar
-         Azúcar
-         Canela en polvo
-         Natillas:
o       3 yemas de huevo
o       3 cucharadas soperas de azúcar
o       1 cucharada sopera de maicena
o       1 palo de canela
o       ½ l. de leche

Primeramente cortamos la barra de pan en rebanadas de unos 2 cm. de grosor.
A continuación preparamos las natillas para impregnar el pan de esta manera: ponemos en un cazo la leche con la ramita de canela a hervir y lo dejamos por unos minutos para que la canela infusione bien, a continuación lo retiramos y dejamos enfriar.

Por otro lado en otro cazo ponemos las yemas junto con el azúcar y la maicena y con una cuchara lo unificamos. Ponemos al fuego y añadimos la leche con sabor a canela y sin parar de remover esperamos a que hierva, momento en el que bajamos a fuego medio, y seguimos dando vueltas con la cuchara hasta que espese. No tenemos que dejar que quede muy espesa, ya que como hay que impregnar el pan en ella, si es demasiado densa empapa peor, por lo que si es necesario podemos añadir algo más de leche a las natillas para que queden más claritas.
A continuación ponemos las natillas en una fuente donde iremos poniendo las rebanadas de pan para que cojan la natilla por las dos caras. Se puede pinchar el pan con un tenedor para ayudar a que penetre la crema. Cuando estén empapadas se escurren, se pasan por huevo y se van friendo en una sartén con aceite abundante. Cuando estén doradas se dejan escurrir en papel absorbente y luego se espolvorean con una mezcla de azúcar y canela en polvo.
Listas para tomar!

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